¿Quién dijo que las adicciones son malas?¿cómo puedes llamar a un comportamiento adictivo pero positivo?

Pues si, me declaro adicta. Adicta a la felicidad expresada en mil colores con matices luminosos y brillos impecables que llenan de gozo cada uno de mis instantes ; me declaro adicta a momentos vibrantes que te hacen crecer, momentos buenos y malos pero que en los que se juega el equilibrio entre el Yin y el Yang y construyen tu persona; me declaro adicta a la perfecta imperfección de mis defectos y mis virtudes personales así como de las personas que me rodean ; soy adicta a rodearme de espíritus candentes y constructivos que rebosan alma por donde van, rebosando su diferencia con respecto a los demás, aquello que les hace ser especiales ; me declaro adicta al equilibrio cuerpo-mente porque así es como consigo expresarme y sentirme yo 100% ; me declaro adicta a relacionarme con personas que me aportan desde lo más profundo de su ser con espontaneidad y naturalidad pues me hacen sentir mi alma en esplendor.

Me declaro adicta a mejorar día a día, a evolucionar con objetivos a corto y largo plazo queriendo absorber cada pensamiento y sentimiento para sacarle el máximo jugo. Me declaro adicta a sentir el conocimiento y pensar el corazón mientras huelo cada uno de mis actos.

Soy adicta a sentir la música como orquesta sinfónica de mi vida en la que yo soy la maestra y directora de orquesta de mi persona dando la nota en cada paso hacia el camino de los sueños, en cada susurro melódico de mi alma.

Adicta a los abrazos sin fin llenos de calor sincero de esos que te hacen suspirar e iluminan tu alma de una forma generosa, de esos que hacen sonreir a tu corazón llenándolo de vida.

Me confieso adicta a la gente positiva que te trasmite esencia y bienestar, que te trasmite calma e ilusión, gente que comparte contigo todo lo que tiene esperando sólo una sonrisa y buena conversación. Adicta a aquellas almas que se acuerdan de ti en los momentos más inesperados y que, aunque no pases mucho tiempo con ellos, un simple gesto llena todos los demás creando un lazo firme y sincero de cariño.

Me confieso adicta a la valentía, a atreverme a decir todo aquello que pienso y siento, adicta a la sinceridad constructiva tanto buena como mala, de esa que muchos callan y que pocos son capaces de mencionar aun pensándolo, de ésa que muchos esconden en sus adentros y no son capaces de expresar por miedo al «qué dirán»…Confieso que me soy adicta al «me da lo mismo lo que piensen los demás si considero que es injusto».

La vida es un arcoiris que incluye el negro.

YEUGENY YEUTUSHENKO – POETA RUSO

Me confieso adicta a la adrenalina de la vida, la adrenalina de días diferentes, con nuevas pequeñas motivaciones que lo llenan, adrenalina de conversaciones profundas y filosóficas que no tienen fin pero que te adentran en las profundidades del Universo Cuántico donde somos todos energía circulante. Adicta a la adrenalina de saltar sin miedo a tus objetivos aun cuando el camino sea difícil y pesado, pero muy gratificante.

Me confieso adicta a disfrutar con mi trabajo, con cada cosa que hago, adicta a trabajar para vivir y no «vivir para trabajar».  Adicta a trabajar con ilusión y ganas, con amor por lo que hago, poniendo el alma en cada segundo de mi día, disfrutando de mi camino.

Al final lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.

ABRAHAM LINCOLN

Soy adicta al silencio armonioso, silencio tan necesario en ocaciones para purificarte y llenarte de energía melodiosa. Me declaro adicta a la meditación e introspección en mi misma, adentrándome en los miedos más profundos, ansiedades temerosas e ilusiones mágicas.

Me confieso adicta a las endorfinas de la felicidad de la vida, adicta al deporte que genera bienestar y salud, con el que te sientes ligera y satisfecha disfrutando de la gran recompensa de un sueño profundo y pleno.

Me declaro adicta a levantarme por las mañanas con ilusión y ganas de empezar una nueva jornada aportando vida, regalando sonrisas que enriquecen mi alma y la de los demás.

Adicta a la visión positiva de la vida, mirando los problemas desde un punto de vista individual y enriquecedor, desde una mirada constructiva, sufriendo lo justo y necesario para emerger y reconstruirte.

Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.

GREGORIO MARAÑON (1887-1960)

Adicta a los retos que te enganchan en una espiral de objetivos diarios repletos de energía positiva que te va acercando poco a poco a ellos.

Me declaro adicta a las miradas que sin decir nada son capaces de descifrar el código de la caja fuerte de tu corazón, miradas capaces de traducir el lenguaje del alma e introducirte en un mundo sin tiempo ni espacio, sin ruido, sólo armonía pura. Miradas fulminantes que brillan iluminando el camino del amor más puro y te sumergen en una dimensión inexplicable.

Me confieso adicta a expresar con mis manos todo aquello que sale de mis pensamientos, sentimientos y alma en acción, adicta a las teclas que llevan a escribir este post de patriciadas en el que retrato mis adicciones más profundas con una sola mano pues en la otra, está mi corazón.

Si, soy adicta, adicta a la vida.

NAMASTÉ