Ayer volví a ver a mi abuela, su mirada orgullosa.
Me miraba. Me crucé con ella en el metro. No era la primera ni la segunda ni la tercera vez que me la encontraba.
Por primera vez sentí que volvías a estar aquí. Tu misma mirada.
No me hace falta conocer a esa mujer que me encuentro para sentir que en su mirada estás tú.
Desde hace unas semanas te veo aquí con tu hija de unos 10 años.
Tú eres mayor y pareces su abuela pero no, eres su mami, orgullosa y llena d amor para repartir.
En sus gestos, en su ternura, en su amor, en su mirada estás tú. Por primera vez te volví a sentir.
Me miraste y sonreíste. Una mirada y sonrisa cómplice con la mía que no sabía cómo explicar.
Me invadió una sensación de alivio, de orgullo, de alegría, que sólo por ese segundo me sobra y me basta para expresar que siento que estás orgullosa de mi sin que me lo digas.
Por mis decisiones, por dar rumbo a mi vida. Y es que no creo en las casualidades, tu estabas ahí.
Gracias. Porque yo también me siento orgullosa de mi.
Buena manera de explicar algo inexplicable y profundo…
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Gracias Jose!!!la verdad es que es muy difícil explicarlo con palabras pero vamos, que esto no es ni la mitad de lo que sentí…impresionante.Un abrazo.
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Muy íntimo y personal
Solo tu sabes lo que hay en tu interior
Un besazo
Yo también estoy orgullosa de ti
Te quiero baby
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Glory, esto me pasó ayer en el metro…increíble pero cierto.Gracias.Un abrazo.
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precioso!!!
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Y cierto…gracias Miguel.
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