¿Te has encontrado alguna vez en ese momento en el que quieres cambiar tu rutina como sea?
Te levantas y tu única motivación es cambiar de rutina, una rutina motivadora que te ayude a potenciarte a ti mismo, no a decrecer. Pero, ¿cómo lo consigo?
Estás en un momento en el que te sientes infravalorado en tu trabajo, sientes que no quieres estar ahí, que tu alma ha cambiado y quieres cambiar de sitio. Poco a poco, emocionalmente te vas apartando de ese trabajo en el que entraste con tanta motivación, con ganas de aprender y crecer tanto personal como profesionalmente. Pero, como todo fluye, sigue su proceso y llega un punto en estancamiento en el que ya no avanzas más, en el que ya no hay mayor crecimiento.