¿Alguna vez te has preguntado si tus dolores físicos puedes estar provocándolos tú mismo desde tu propia mente?
Cuando no eres capaz de enfrentarte a un fuerte dolor emocional, cuando desestimas y repudias un conflicto psíquico,¡¡ten cuidado!!¡¡puede dar paso a un dolor físico!!Es lo que se llama «psicosomatización». Pero¿qué es exactamente?¿qué técnicas utilizar para evitarlo?
CONCEPTO DE PSICOSOMATIZACIÓN
La intolerancia a situaciones muy dolorosas o angustiosas es una de las causas principales de la psicosomatización, un repudio psíquico automático ante emociones duras y difíciles de gestionar. Como consecuencia, escondes la raíz principal del problema generando un conflicto de energías internas reprimidas, tú mismo inconscientemente generas un «conflicto pulsional». Te sumerges en un mar de energías contradictorias generando una incoherencia cuerpo-mente. Estas energías internas generadas por tu conflicto psíquico, dan paso a una tormenta de síntomas físicos a modo de «señal», se produce la psicosomatización .

El secreto para el equilibrio cuerpo-mente
La psicosomatización es una descoordinación de estos tres componentes principales que dan paso a un correcto nivel de salud y bienestar. Provoca un lenguaje incomprensible para el cuerpo: se piensa una cosa, se siente otra y se expresa de otra manera o se reprime. Por ejemplo, intentar quedar bien con todo el mundo en perjuicio de ti; falta de expresión por miedo al rechazo; sentimientos de pareja que no quieres ver pero que son más que evidentes… Todo ello produce una represión de energías, conflicto pulsional que se refleja en modo de dolor físico.