Archivo de la categoría: Reflexiones

La adrenalina de la vida

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Y por fin consigo entrar en este parque de atracciones de locura dejándome llevar por mi euforia intrínseca sacando mi fuerza interior como rugidos exasperados y deseosos de ser escuchados.

Por fin, decido sin pensar montarme en esta lanzadera al vacío cubierta de arneses de confianza y disfrutar de la libertad de volar aunque sólo sea por dos segundos y medio, hasta que pongo los pies en la tierra. Es cuando nada más bajar de la atracción, me planteo volver a montar, llevada por el ansia de querer más, más y más, de volver a disfrutar al máximo otra vez de esa sensación aunque sean sólo dos segundos y medio. Es conocer la plenitud.

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Lo he sentido,lo he hecho…sin más.

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No me preguntes por qué, pero he sentido que lo tenía que hacer. Una fuerza superior a mí en mi interior me ha dado una orden, me ha mandado un mensaje en su propio idioma. No sé cómo, pero lo he sentido. Una  fuerza que dejo que me domine en mi interior y que no hace falta descifrarla si no sentirla.

A veces, siento que no la siento y es cuando me pierdo en la inmensidad de una ola de confusión, abrumada por la fuerza exterior de un mar Egeo, de una oscuridad donde las sombras se dividen conformando una silueta de no sé qué.  Una silueta que me sirve de guía pero que no entiendo por qué está tan lejos, no siento su presencia. La busco entre la multitud y el rugido de mi yo interior, mi auténtico yo.

Foto tomada en Lanzarote

Foto tomada en Lanzarote

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El virus contagioso de la felicidad

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A veces, me cansa escuchar a tanta gente que entra por la puerta con cara de desánimo cuya justificación típica es el mal tiempo que hace, el calor o frío, pero el caso es que siempre tienen alguna excusa para estar mal. Sí es cierto que el tiempo influye en nuestro carácter pero no puedes hacer de ello una justificación constante.

Tu estado de ánimo depende de ti mismo, de cómo te tomes el día el día, el levantarte, mirarte al espejo y valorarte, no de cómo venga el tiempo. ¿y si hay un mes lluvioso los 30 días?¿vas a estar depresivo cada uno de ellos?No es excusa.

Mira dentro de ti y descubre todo lo bueno que tienes, muéstralo, pues es el tesoro más valioso y más valorado.

FELIZ DIA MUNDIAL DE LA FELICIDAD

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Firmando el contrato de mi vida

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Y aquí estoy yo, leyendo las condiciones de este contrato indefinido a punto de coger el bolígrafo imaginario y firmar el contrato de mi vida. Algunas dudas me quedan, así que os pido por favor que me ayudéis a decidir. Mirad os voy a decir algunas de las condiciones principales que he leído:

  1. «Abrir las puertas de mi instinto, de mi alma.» Tras ellas, mi jefe directo, mi corazón,irá imponiendo a diario mis tareas a desarrollar.Tareas diarias que debo cumplir y que,aunque parezcan simples y sencillas, nos llevarán a la autorealización, nuestro objetivo a largo plazo.
  2. «Actitud de compañerismo y proactividad con mi alma». Debo potenciar cada una de las virtudes del grupo para que cada uno trabaje dando lo mejor de sí mismo.
  3. «Trabajo en equipo». Coordinación con cada uno de los miembros,sentido de unidad cuerpo-alma.
  4. «Consecución de los objetivos».Alcanzar la máxima felicidad y plenitud contigo mismo y en consecuencia con los demás.
  5. «Firmar contrato indefinido»

Ahora mismo, estoy cogiendo mi boli Bic para firmarlo.

No estoy segura 100% pero mi alma me dice que debo hacerlo, así que la haré caso.

Firmaré.

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La vida es un túnel de lavado

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La vida es como un túnel de lavado, un túnel en el que observas cómo los demás cepillos aclaran y limpian tu coche para luego salir reluciente y estupendo. Todo ello con una serie de ingredientes que ayudan a mantener el brillo.

A lo largo de nuestro camino, conocemos a diferentes personas que nos aportan vivacidad y positividad , contagian nuestras emociones y nuestros pensamientos, conjugan sus fuerzas con la tuya. Son personas que contagian sólo con mirarlas, con sentirlas. Una sensación de plenitud y brillo que se mantiene y crea una sensación indirecta de dependencia sana. De querer más, más y más con su presencia.

Y es que con el tiempo nos damos cuenta que se convierten en parte de nosotros mismos sin poder evitarlo. Sin querer.

Una retro-alimentación natural y sana, pues el ser humano es social por naturaleza, necesitamos relacionarnos y dejar fluir nuestras energías.

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